Hoy en día está muy de moda esto de viajar en soledad. La mayoría de viajar@s que acostumbran a viajar sol@s recomiendan esta forma de viajar como la mejor manera de conocerte y realizar un camino de crecimiento personal e introspección profunda. Pero mi experiencia me dice que los beneficios de viajar con tu pareja también son considerables y pueden ser igual de profundos.
Es cierto que yo no soy una gran viajera y que mi experiencia en el tema no es de lo más amplia que digamos, por eso voy a hablar desde mi humilde experiencia, como hago siempre.
Contenido
SI NO ENCUENTRAS LOS BENEFICIOS DE VIAJAR CON TU PAREJA, ¡CAMBIA DE PAREJA!
Voy a hablarte con claridad…
- Si piensas en viajar con tu pareja y te dan ganas de salir corriendo…¡cambia de pareja!
- Si no te gusta viajar con tu pareja porque siempre que viajáis acabáis tirándoos los trastos a la cabeza…¡también tienes que cambiar de pareja!
- Si no eres capaz de sacar nada bueno de los viajes que haces con la persona con la que has decidido compartir tu vida, tienes un problema serio.
Lo triste es que conozco varias parejas que cada vez que se van de viaje acaban como el perro y el gato. ¡Espero que no sea tu caso!
En cualquier caso, viajar sola o viajar en pareja son dos formas muy diferentes de viajar y te quiero contar mi experiencia.
MIS GRANDES VIAJES
A lo largo de mi vida he tenido la suerte de poder viajar cuando me ha dado la gana, el problema era que no me daba la gana.
Siempre he trabajado tanto, y me ha gustado tanto hacerlo, que cuando tenía tiempo de cogerme vacaciones lo único que quería era descansar. No me gustaba ir de monumento en monumento, ni pegarme mis 15 días de vacaciones en un país donde necesite bufanda, por muy bonito que sea.
Todavía hoy me sigue pasando lo mismo.
Puede decirse que sólo he hecho dos grandes viajes a lo largo de mi vida: uno sola y otro acompañada (las veces que te vas de fin de semana o te coges tu correspondiente quincena de agosto para tirarte en la playa no cuentan).
Viajes totalmente diferentes entre sí pero no por la compañía, sino más bien por el tipo de persona que yo era y la etapa tan distinta que estaba viviendo.
MI VIAJE A LONDRES EN BUSCA DE UN CAMBIO DE VIDA RADICAL, SOLA
Hace ya unos dos años que decidí irme a vivir a Londres sola, pero aquello acabó convirtiéndose en dos meses escasos de viaje y una vuelta a España con el rabo entre las piernas.
En aquella ocasión buscaba un cambio de vida total. Dejaba mi país, mi trabajo, mi piso, mi familia y amigos, con la intención de empezar de cero en otro país. Pero todo me salió mal:
- No encontré una casa decente,
- no hice buenos amigos,
- no encontré trabajo,
- me engañaron nada más llegar quedándose con parte del dinero que tenía,
- recaí de una enfermedad de la que se me había dado el alta previamente
- y el novio que tenía entonces aprovechó la distancia para conocer a otras mujeres y me dejó.
Puedes leer todo lo referente a ese viaje en este artículo que escribí hace ya algunos meses.
Aprender, está claro que aprendí mucho, pero si hubiese estado acompañada en esa etapa de mi vida hubiese aprendido mucho también, pero otras cosas.
MI VIAJE DE 7 MESES RECORRIENDO ASIA EN BUSCA DE NUEVAS EXPERIENCIAS, EN PAREJA
Hace ya un par de años que le comenté a mi pareja que quería irme a hacer un gran viaje, pero él no estaba convencido. Sin embargo, sabía que me iría con él o sin él.
Finalmente accedió, así que elaboramos un plan a un año vista para dejar nuestros trabajos, organizar el viaje y decir adiós a la zona de confort que tan contentos nos tenía. Hace a penas un mes y medio que volvimos de esta aventura.
Hemos estado 7 meses recorriendo Asia con una mochila, libres, felices y compartiéndolo todo, algo que nunca antes habíamos hecho.

Ha sido una de las experiencias más bonitas, gratificantes y aleccionadoras de mi vida, y también de la suya.
Sin embargo, hay que reconocer que no es oro todo lo que reluce.
LO PEOR PARA MI DE VIAJAR EN PAREJA
1. No conoces tanta gente
Aunque he leído muchos artículos de personas que viajan en pareja y no están de acuerdo con este punto, para mi sí es así.
Viajando en pareja no conozco a tanta gente porque no necesito a nadie más para nada.
Igual esto ha sonado un poco posesivo, así que te lo voy a desarrollar un poco…
Yo, que he sido una persona muy social durante mucho tiempo, ahora tengo otro tipo de necesidades. Al mismo tiempo, estoy tan sumamente a gusto con mi pareja cuando estamos a solas, que no necesito conocer a nadie más, entiéndeme, por necesidad.
Eso sí, si por el camino surge la posibilidad de entablar conversación o empezar una amistad con alguien, lo hago, lo hacemos, sin problema. Como sabes hemos conocido mucha gente durante el viaje y nos llevamos grandes amigos como Agustín, María, Gema, Sil-Sac, Judith y Nacho, Sabine, etc…
Pero estas amistades se hacen desde el corazón, no desde la necesidad de hablar con alguien más, de compartir habitación o de que una excursión te salga más barata.
Si viajase sola, seguro que muchas de las amistades que hiciese por el camino podrían responder precisamente a eso, a tener que llenar algún vacío, a algún tipo de interés o al simple hecho de no saber decir que no. Es complicado que la gente entienda que sola estás genial…
2. Tienes que pensar por dos
Viajando en pareja las decisiones se toman entre dos. Tú no puedes decidir de forma unánime cuál va a ser el próximo destino, dónde te quieres alojar o a qué hora hay que comer…
Cuando las decisiones se toman entre dos puede haber más conflictos, pero no ha sido nuestro caso. Nosotros hemos sabido adaptarnos muy bien a las necesidades de la otra personas e intentar ceder cuando ha hecho falta.
MIS BENEFICIOS DE VIAJAR EN PAREJA
Cada persona hace su viaje a su manera. Hemos conocido mucha gente a lo largo del camino cuyo viaje era totalmente incompatible con el nuestro. A nosotros nos gustaba hacer las cosas de una manera y a esas personas les gustaba hacer las cosas de otra.
Eso no significa que tu viaje sea mejor que el suyo, ni que no sean buena gente. Lo único que eso significa es que cada uno tiene su camino y está en su derecho de hacer las cosas como más le apetezca.
Por eso los beneficios que te voy a contar son los míos, los que a mi me ha aportado este viaje de 7 meses recorriendo Asia con mi cari.
Si tú ya has hecho un viaje en pareja tendrás tus propias opiniones, pero si no has hecho ningún gran viaje con tu pareja te invito a que te sientes tranquilamente, leas bien todo lo que te voy a decir y prepares ese gran viaje cuanto antes. ¡Os lo merecéis!
6 BENEFICIOS DE VIAJAR CON TU PAREJA QUE HARÁN QUE QUIERAS PREPARAR TU PRÓXIMO VIAJE ¡YA!
¿Por qué me habrán salido muy pocas cosas malas y un montón de beneficios? ¡Créeme, las ventajas de recorrer el mundo con tu pareja son infinitas, aunque aquí sólo haya 6! Empezamos:
1. Siempre tendrás a alguien en quien apoyarte
Eso que se dice de que las penas compartidas son menos penas, es verdad.
Tanto en el viaje a Londres como en estos 7 meses recorriendo Asia, ha habido muchos momentos bajos. En Londres tenía que pasarlos sola, comérmelos con patatas y hacer como que no pasaba nada.
De ese modo, ahogaba mis frustraciones, tragaba mis lágrimas y me metía en cualquier centro comercial a pegarme atracones de comida que acababan en el baño.
Al contrario de lo que pasó en Londres, durante este último viaje en pareja, pasase lo que pasases, allí estábamos los dos, apoyándonos el uno al otro de forma incondicional.
2. Lo que no te mata te hace más fuerte
Discusiones cuando viajas en pareja hay a montones, en nuestro caso particular muchas menos de las que teníamos en nuestra vida anterior, pero haberlas haylas.
A pesar de ello, cuando viajas, las discusiones toman otra dirección. Sabes que lo tienes que solucionar cuanto antes porque tienes que verle el careto a tu pareja todo el tiempo, a no ser que la cosa sea tan chunga que pongáis distancia de por medio.
Por lo tanto, si las discusiones y el viaje en sí no consigue separaos, os unirá de una manera que no eres capaz de imaginar.

No sería la primera pareja que sufre una crisis que se arregla en un viaje. Aunque, claro, esto no ocurre en todos los casos.
Lo que es seguro es que tendrás que cultivar mucho más tu paciencia y eso te servirá para el resto de tu vida.
3. Los momentos especiales son doblemente especiales
Si ya es especial ver un amanecer en Nepal, descubrir playas paradisíacas en Tailandia, bucear con mantas, degustar la comida increíble de Malaysia o recorrer Bali en moto, este tipo de placeres y alegrías se duplican cuando puedes compartirlas.
No voy a poder olvidar nunca ese amanecer…mi primer amanecer…al lado de la persona que amo, cogidos de la mano, dándonos calor porque las temperaturas eran bastante frías y sintiendo que teníamos el mundo a nuestros pies.
¿Cómo se siente eso estando sola?
No me vas a decir que es lo mismo eso que ver el amanecer con alguien que acabas de conocer en el albergue…
4. No tienes que aguantar a nadie que no quieras aguantar
Cuando viajas en soledad es indiscutible que se te acerca mucha más gente.
Recuerdo los días en que salía a pasear sola por Chiang Mai, cómo l@s viajer@s me miraban con complicidad o me paraban para charlar.
Si eres como yo, que te cuesta muchísimo poner límites y decir que no, viajando sola tendrás que aguantar a mucha gente con la que jamás habrías elegido pasar tu tiempo.
Cuando viajas en pareja, la gente no se acerca tanto a ti. Se entiende que estás haciendo un viaje «romántico» y que no buscas fiesta, compartir piso o hacer una excursión con otra persona.
Viajar en pareja no significa que no quieras conocer a nadie, de hecho hemos conocido muchísima gente interesante durante el viaje, pero no tienes la necesidad de comunicarte con otras personas con la misma intensidad que cuando viajas sola.
Hace poco leí en un artículo sobre viajar en pareja donde la autora no compartía esto de que en pareja se conoce menos gente, pero yo creo que es una verdad como un templo. Claro que, como todo, depende de tu actitud.
Esta chica comentaba que cuando llevaba ya unos días a solas con su pareja necesitaban comunicarse con otras personas, pero esto a nosotros no nos pasaba para nada. Cuantos más días pasábamos totalmente solos, más días queríamos seguir así.
Podemos decir, sin ganas de ofender, que a veces la gente nos molestaba, el ruido, las conversaciones sin sentido…Preferíamos estar a nuestro aire, meditando, leyendo, paseando, o mirando las estrellas durante horas tirados en una hamaca.
Experimentas momentos de «soledad compartida», que es una palabra compuesta que me acabo de inventar y que me ha gustado mucho, que para mi tienen un valor incalculable.
5. La tranquilidad y la libertad que de viajar fortalecerán la relación
Y esto es precisamente lo que nos ha pasado a nosotros: nos hemos sentido tan bien con nosotros mismos que a nivel de pareja era una ilusión constante.
Sin el estrés ni los compromisos de nuestra vida cotidiana, con la libertad de hacer lo que queríamos en el momento que nos diese la gana, sin prisa ninguna, estábamos tan felices que eso se notaba a nivel de pareja.
Acostarse temprano y levantarse al alba nos revitalizaba y nos despertábamos con una sonrisa. Sonrisa que nos regalábamos el uno al otro.
Poder comer cuando quisiéramos, hacer de cada día una aventura, hablar mucho, seguir hablando, poner en común nuestros proyectos, nuestras metas, nuestros anhelos…tener todo el tiempo para amarnos, consigue que la relación crezca de forma exponencial.
Es inevitable que haya más sexo porque tienes más tiempo y estás más relajada, lo que también ayuda muchísimo a cualquier relación de pareja, ¿o no? jejeje.
6. Aprendes mucho de ti misma
Lo normal, en los artículos que he leído, es que se señale este punto (a la inversa) como desventaja de viajar en pareja (no aprendes tanto de ti misma), pero como yo no estoy de acuerdo me ha salido como ventaja.
Cuando viajas sola aprendes mucho de ti misma, de la etapa que estás viviendo…¡exactamente igual que cuando viajas en pareja!
Sólo que dependiendo de la etapa en la que te encuentres obtendrás unos u otros aprendizajes. Eso no significa que viajando en pareja aprendas menos de ti misma, significa que aprenderás otras cosas diferentes a si lo estuvieses haciendo en solitario, ni más ni menos.
CONCLUSIONES
Unas veces tus propias decisiones y otras veces las circunstancias de tu vida determinan si viajas sola o acompañada, no tendría mucho sentido dejarte a tu pareja en tierra alegando que «es que si te vienes conmigo no voy a poder evolucionar tanto».
Bueno, igual para alguien sí que tiene sentido…pero para mi no demasiado.
No se viaja en pareja por dependencia o por falta de seguridad en una misma, se viaja en pareja porque se está en pareja, se vive en pareja, te gusta estar con tu pareja y qué mejor que vivir este tipo de experiencias con la persona que amas.
Si tengo que elegir entre viajar sola o viajar en pareja lo tengo clarísimo: ¡prefiero viajar en pareja!

No en pareja de amigos, en pareja familiar o en pareja con la vecina, sino con la persona con la que he decidido compartir mi vida.
Yo, Tania, prefiero viajar en pareja, lo que no significa que no fuese a viajar si no tuviese pareja, ¡para nada!
Si te gusta viajar lo harás igual, tengas o no tengas pareja, otra cosa está en lo que preferirías.
Puedes sacarle mucho jugo a un viaje en solitario pero también puedes sacarle muchísimo jugo a un viaje en pareja.
Es muy importante respetar el espacio de cada persona. Tampoco pasa nada si una quiere hacer una cosa y el otro otra, y lo hacéis por separado. Así no te sentirás condicionada en ningún momento por la otra persona, que también se sentirá en la libertad de hacer otras cosas que le apetezcan.
Recuerda que Manu se fue 10 días solo a un retiro Vipassana, mientras yo me quedaba sola en George Town relanzando el blog. Y esa separación lo único que consiguió fue unirnos más.
En este momento de mi vida, prefiero viajar con mi pareja, pero si estuviese en otro momento no dudaría en irme de viaje sola.
Lo que no creo es que tu nivel de evolución o aprovechamiento de una viaje dependa de si viajas sola o acompañada, porque eso siempre depende de tu actitud.
Si te vas de viaje para estar de fiesta en fiesta y desfasar a lo grande, de poco va a servir que vayas sola o acompañada…No veo mucha introspección ahí. Pero si tu viaje está orientado a la espiritualidad, a la búsqueda de tu camino y al crecimiento personal, lo vas a encontrar igual yendo sola que yendo en pareja.
Si quieres desfasar, desfasarás, si quieres crecer emocionalmente, crecerás. ¡Tú decides! No la persona que llevas, o no, al lado.
Sea como fuere, tienes que viajar, salir de tu zona de confort, conocer nuevos mundos y abrir tu mente a nuevas experiencias. Que no tener pareja no sea una excusa para no poder irte de viaje y que tener pareja no sea una excusa para pensar que no te hace falta salir por ahí.
Todo lo que sea mover el culo siempre viene bien, ¡que no se te olvide!
Cuéntame…
¿Has hecho algún gran viaje en solitario?
¿Prefieres viajar sola o en pareja?
¿Cuál ha sido el mejor viaje de pareja de tu vida?
¿Te ayudó en algún aspecto de tu vida?
¡Seguro que tienes muchas experiencias que contarme! ¡Hazlo por favor!
Y COMPARTE, ME HA GUSTADO CÓMO HA QUEDADO EL ARTÍCULO Y SEGURO QUE PUEDE SERVIRLE A ALGUIEN
UN FUERTE ABRAZO
Hola!
La verdad es que después de un viaje en pareja, esta decidió dejarme. Todo comenzó al principio del viaje, porque él nunca se había subido a un avión, y una amiga me daría unas píldoras tranquilizantes que ella utilizaba, sin embargo, lo olvidó. En el aeropuerto vi a mi pareja tan tranquilo y relajado, que preferí ni recordarla la existencia de dichas píldoras… pero nada más subir al avión me las pidió. Yo no quise mentir, porque no me gusta. Todas mis amigas me dijeron que debí haberle dado algun placebo, pero no, preferí ir con la verdad, le dije que no las tenía, pero que sabía que no las necesitaba, porque todo estaba en su mente y no había por qué estar nervioso. Tras eso, se enfureció, casi se pone a llorar, y con esa furia que sentí hacia mí, que creí estar haciendo lo correcto, casi lloro yo también. Sin embargo, yo tenía razón, al rato se distrajo y se quedó dormido tan a gusto, que le hice una foto y todo. Sin embargo, él nunca logró perdonarme por eso. Durante todo el viaje estuvo muy distante, lo cual al principio no noté, porque estaba en el país de mis sueños. Hasta que me di cuenta, porque no se sacaba fotos conmigo, subía a las redes fotos solo, y andaba muy irritable, le molestaba todo lo que yo hacía. En los días de intereses distintos, yo le decía que yo me iba a las tiendas y él a donde quisiera, pero me decía que no, que sola no me dejaba porque me podía perer. Pero después no podía permanecer en las tiendas todo lo que quería, porque se aburría y se ponía de muy mal humor. Una mañana amaneció muy irritado, y cuando le pregunté qué le sucedía, me dijo muy enojado que para qué preguntaba estupideces tan temprano, que el día apenas había empezado y aún no definía cómo se sentía. Justo esa mañana habíamos acordado una excursión por separado, así que me fui. Esa misma tarde en el hotel, me confesó llorando que tenía miedo de dejarme de querer, y no sabía qué había hecho yo, ni qué había cambiado en él. Me sentí pésimo. Me fui a la cama llorando, él durmió en el sillón. Al otro día me pidió perdón y le dije que OK, pero que sería mejor pasar los últimos 2 días que nos quedaban por separado. Pero dijo que todo lo contrario, que debíamos permanecer juntos disfrutando los últimos días en ese lugar. Al volver a nuestro país, se despidió muy normal, y no me habló en toda la semana siguiente. Dijo después que había sido porque ya habíamos pasado 3 semanas juntos (apenas!) y que era mejor descansar de nosotros. Nunca volvió a ser el mismo. Yo sabía que quería terminar conmigo, pero me negaba a ser yo a quien diera el paso, si claramente era su decisión. Hasta que le pregunté de una vez si deseaba cortar, y dijo que no. Tras 3 horribles meses de incertidumbre y dolor después del viaje, me pidió un tiempo para definir sus sentimientos, ya que no entendía por qué no se sentía a gusto conmigo, si yo había sido la mejor novia. Nunca me lo dijo. No me volvió a hablar, nunca volví a saber de él, y nunca supe qué hice mal, aparte de no haberle entregado la píldora. No podría creer que por ese motivo y porque le molestara que me gustara visitar tiendas, me hubiera decidido dejar, después de todo el tiempo de relación, nuestros planes de vida, y de que ese viaje lo acorté porél (yo tenía una semana más de vacaciones y pretendía quedarme,pero él me pidió que nos devolviéramos juntos, por lo que acomodé el viaje de un mes a 3 semanas). Era el país de mis sueños, y arruinó la experiencia. Desde entonces, decidí viajarsola, y lo he pasado mucho mejor. No lo haría de otrra forma, y no volveré a permitir que otro con su mala ostia arruine mis sueños.
Sobre el contra de conocer menos gente en pareja, para mí no es problema, porque de todos modos nunca conozco a nadie viajando sola. Por eso tampoco es para mí un contra el «aguantar a quien no quiera aguantar», porque curiosamente, casi nunca nadie se me acerca. Y yo tampoco lo hago, ya que siempre voy a lugares de público veintiañero (tengo 37 yme veo menor, pero tampoco veintiañera, vamos) y me miran como si fuera una vieja loca cuando intento hablarles, por lo que opté por no hacerlo.
Me encantó viajar a mi manera, fue muy liberador! que si un día me levantaba tarde, nadie me reprimiera, que si un día llegaba a un museo que estaba cerrado o perdía un tren porque me equivoqué de horario, sólo yo me lo puedo reprochar. Ir a donde quiero, el día que quiero, en el momento y en el orden que quiero, para mí no tiene precio. De hecho, los hombres que han venido a mi vida después, saben que conmigo no van a viajar, porque mis viajes ya están todos planeados sin ellos en el mapa. También rechacé a 2 amigas que se quisieron unir a mis viajes, porque ellas tienen gustos opuestos a los míos, y sabía que iba a tener problemas con ellas.
Y esa fue mi experiencia, me he divertido mucho con tu blog!
Hola Ximena!!
Muchísimas gracias por contarnos tantas cosas de ti.
Desde luego que tu historia del viaje en pareja es triste pero seguro que sales muy reforzada.
Y ahora, viajando sola, vas a aprender tantas cosas que será grandioso.
Me alegro muchísimo de que hayas sido tan valiente incluso de rechazar a amigas porque sabías que viajando con ellas la cosa no iba a salir bien, eso es muy valiente y honesto por tu parte.
Así que ojalá sigas haciendo viajes maravillosos, sola o acompañada, y te pases por aquí a contármelo.
Un abrazo grande
Tania