Aprendiendo a comer como indios y jugándonos la vida para comprar cerveza.
Nada más entrar a la habitación del hostal, nos despegamos la ropa del cuerpo y nos metemos en la ducha.
Mi ropa está lista para la lavandería pero la de Manu va directa a la basura. Su camiseta de Goku y sus pantalones rojos de elfantes con aire acondicionado en la entrepierna, ya han hecho todo el servicio que tenían que hacer.
Antes de encontrar el hostal, habíamos parado a desayunar en un callejón que nos pareció muy «indio» y por suerte encontramos lo que estábamos buscando: un lugar típico para comer como ellos y alejados de turistas.
La sonrisa del dueño nos encantó. Era un sitio oscuro y lleno de bichitos, pero es que otra cosa es muy complicada.
Sin embargo, lo tenían todo muy bien montado.
En la cocina dos mujeres preparando la comida en el momento; un señor mayor que suponemos que era el padre recogiendo las mesas; la mujer en la «caja»cobrando y él ayudando en la cocina y encargándose de servir a los clientes.
Era un sitio tan típico tan típico que servían lo mismo todos los días para desayunar, comer y cenar. No hay posibilidad de mucho más. Y eso era lo que queríamos.
Como el desayuno nos encantó y el dueño nos pareció muy agradable, volvimos para comer y también para cenar.
Efectivamente, es arroz con cosas, pero es que el lo que comen aquí todos los días…
Hoy nos sentimos muy indios.
Realmente, todo estaba delicioso. Manu sudando como siempre pero disfrutando de la comida, como siempre también.
Además, el dueño y nuevo amigo Kumar, nos iba explicando qué era cada cosa y se preocupaba mucho que de no nos faltase nada en el plato.
En las paredes, carteles de «no usamos colorantes», «no usamos conservantes», «todo es fresco y recién hecho», etc, y eso nos encantó también. De hecho se veía perfectamente cómo hacían la comida delante de tus narices.
A parte de comer como gorrinillos, hicimos muchas más cosas en nuestro primer día en Allepey (Kerala).
Lo primero fue intentar sacar dinero. No es fácil cuando sólo algunos cajeros te dan y de 2000 rupias en 2000 rupias. Tuvimos que ir a varios bancos y aún así no conseguimos sacar todo lo que queríamos.
Después fuimos en busca de una tienda donde poder comprar una tarjeta para el móvil, que tampoco fue fácil.
Más tarde, después de comer en el restaurante de nuestro amigo Kumar, fuimos en busca de una de las experiencias que dicen que no te puedes perder aquí: pasar un día en un house boat (casa barco).
La cantidad de barcos para elegir es mucha y los precios bastante elevados.
Vini, que se dedica a alquilar este tipo de barcos, nos recomienda que lo mejor es volver al día siguiente temprano, que habrá más barcos y nos podrán ofrecer mejor precio.
Como hasta ahora hemos tenido mucha suerte con la gente, nos fiamos y decidimos volver al día siguiente.
Así que ya sólo nos queda ir a ver la playa.
La playa de Allepey es enoooorme y laaaaaaarga y…y ya está. No es una playa especialmente bonita. Damos un paseo corto, vemos en la orilla un gran cadáver de un pescado gigante (jamás había visto unas vértebras de ese tamaño) y nos marchamos.
Estamos muy cansados pero tenemos antojo de cerveza.
Hemos hecho varios intentos de buscarla pero siempre nos mandan de un lado a otro y acabamos desistiendo.
Esta vez damos con el lugar, que está justo al lado del restaurante de Kumar, donde iremos a cenar, claro.
Bueno, lo de la cerveza fue muy raro.
Entramos en un callejón oscuro y estrechísimo donde no paraban de entrar y salir hombres. Al final del callejón un montón de tíos borrachos comprando alcohol. Mujeres, una: yo.
A mi derecha otro blanquito con cara de asustado.
Le preguntamos qué narices es eso y nos dice que una tienda gubernamental.
No hacemos más preguntas. Compramos un par de cervezas y salimos de allí pitando.
Abrimos una para ir bebiendo camino del restaurante y acompañar la cena con ella. Estamos seguros que a nuestro amigo Kumar no le va a importar que pasemos bebida de fuera.
Cuando llegamos y le preguntamos nos dice que no puede ser. Que nosotros podemos beber si queremos pero que dentro del restaurante él puede tener problemas…
No sabemos muy bien cómo funciona aquí lo del botellón pero estamos en una esquina bebiendo cerveza…
La gente nos mira raro y a mí ya se me han quitado las ganas de beber.
«Pareja de españoles encarcelados en la India por consumir alcohol en la calle…»
¡Paso paso!
Mejor vamos a cenar como los indios.
La cena que nos sirven es tan deliciosa que mientras come y suda mi Manué no para de hacer soniditos como: «ummmm, buahhhh».
Cuando nos pusieron un plato con trocitos de carne que a Manu le supo a gloria, preguntamos por el origen de dicha carne.
Kumar nos dijo que era ternera. Ternera=vaca, vaca india=sagrada…
Le preguntamos a Kumar que cómo es que se comían la vaca si era sagrada y nos dijo ¡que eso era una leyenda urbana! ¡Que en la India se come vaca como en todos sitios!
Nos echamos a reír los tres y seguimos comiendo.
Al acabar, nos despedimos de Kumar intercambiando teléfonos y facebook de nuevo y volvemos a casa.
No hemos parado en todo el día pero a mí aún me toca escribíos.
¡No os quejaréis! ?
Es la primera vez desde que empezamos el viaje que tenemos una habitación con tele, así que mientras yo os escribo Manué se ve una peli.
Mañana nos levantaremos temprano para ir a buscar un barquito de esos…a ver si tenemos suerte y lo encontramo a buen precio.
Sería genial poder pasar el día navegando, sin hacer nada, con todo incluído, dormir viendo el agua desde tu habitación y despertar así también…
Puede ser una bonita experiencia.
Os cuento mañana.
????
Pero bueno, qué pasó con la cerveza? Jajaja os la bebisteis o la tirasteis? Que estoy en assscuas jaja
Jajajajajajajajajajajjjajajajajjaja nos la bebimos por supuesto
Hola tania que bien te lo montas
Lo sé ?
Ja ja ja jaja¡¡¡¡Que aunque con mieditis las cervecitas fueron para el cuerpo, claro nos a fastidiado aunque fue un «botellon expres»jejejeje
jajajajjaj un botellón exprés en toda regla, pero cómo no íbamos a bebérnosla! jijij
Amiga no te veo muy mal, he estado día desconectada pero me encantan que estéis bien. Besos
Menos mal que era cerveza, si llega a ser un gin tonic….no sé qué hubiera pasado, jiji ji, espero que estuviera fresquita. Otra vez probad con una cerveza para el camarero.. Algo mejor os la dejan para comer…un besazo???
Qué buena idea! Seguro que ahí estaba la clave ?