• Saltar al contenido principal
  • Saltar a la barra lateral principal
Tania Carrasco logo transparente mediano
  • INICIO
  • SOBRE MÍ
  • CONSULTA
  • FORMACIÓN
  • BLOG
    • ALIMENTACIÓN Y EJERCICIO
    • DESARROLLO PERSONAL
    • MIS VIAJES
  • REGALO
  • CONTACTO

asia

DÍA 2 EN SRI LANKA

26 octubre, 2016 por taniacarrasco 1 comentario

Negombo es caótia y sucia, pero estamos tan contentos…

He dormido más horas de las que he dormido en toda mi vida, así que me levanto fresca como una lechuguita.

Al final anoche hubo que ponerse el repelente. La última vez que Manué fue al baño y le escuché dando palmas entendí que no era sólo felicidad, sino que el baño estaba plagado de mosquitos.

Otra cosa interesante que hemos descubierto del baño es que justo en frente de la ducha la pared tiene un agujerito. Qué listos los morenitos estos…

Repelente en cuerpo y botas en pies salimos a recorrer la ciudad.

Cuando ponemos el primer pie en la calle y sentimos el calor fundiendo nuestras entrañas volvemos a la habitación a por las chanclas.

Caminamos por la playa más llena de despojos que hemos visto nunca y hacemos alguna foto para que quede constancia.

Negombo no tiene mucho que ver pero disfrutamos del paseo a 40 grados a la sombra y con una humedad de un «demasiado porciento».

Manué goteando sudor por la nariz y yo, que no sudo ni queriendo chorreando, como una cerdita. Mola mucho. Este calor a mi suegrecita le iba a encantar.

No hemos comido nada desde que devoramos el último sándwich de jamón que nos hizo mi madre, ayer sobre las 7 de la tarde, así que en el primer puesto de comida callejera compramos un arrocito, para variar.

Buscamos una sombra para sentarnos a comer y acabamos tirados en el suelo, cual vagabundos, comiendo arroz con las manos, en un callejón por el que no pasarías de noche.

Manu comiendo en la calle

Cada tuk tuk que pasa nos ofrece sus servicios, y eso viene a ser una media de 5 veces por minuto.

Buscamos la estación de bus porque mañana queremos trasladarnos y necesitamos mirar los horarios. Ya que estamos en un edificio medio decente busco el baño público. Maldita la hora.

Cuando lo encuentro sale un señor y me dice que no hay agua, acompañándome al mismo tiempo al baño público más cercano.

Yo que no tengo problemas con orinar en cualquier sitio, hago de tripas corazón y trago aire. Allí tampoco hay agua. Tengo que hacer pipí en un agujero rodeado de charcos de «mejor no lo pienses» y cuando acabo tengo que meter la mano en un barreño de agua para coger un cubito y echarlo en el agujero…

Y todo eso con chanclas…

Lo olvido inmediatamente, después de decidir usar pañal durante los próximos 7 meses.

Seguimos paseando y nos llama la atención la cantidad de símbolos religiosos por las calles, todos de religión católica. Por cada 2 templos budistas ya hemos visto 10 vírgenes. Curioso.

El centro de Negombo es para morirse de tráfico, ruido y tiendas repartidas por todos sitio. Y cuervos, muchos cuervos por todas partes.

Nos aconsejan que veamos las lonjas de los pescadores y aunque llegamos tarde podemos ver ese pescado fresquísimo y rodeado de moscas.

Decidimos volver al centro para buscar un sitio mejor para comer y regresar al albergue.

Nos empieza a diluviar de repente y nos metemos debajo de un árbol,  y allí nos pica el primer mosquito hijo p… a los dos, para que ninguno se sienta ofendido.

Y al final, acabamos comiendo fritanga con pan, todo picante de narices, y más caro de lo que habíamos previsto.

De vuelta  a casa encontramos 4 gatitos muy pequeños intentando cruzar una calle. ¡O hacemos algo o no se salva ni uno! Así que intentamos meterlos dentro de la casa de la que parecían haber salido.

Entienden que les queremos y salen detrás de nosotros cada vez que intentamos impedir que les atropellen. No sabemos qué habrá sido de ellos…

Llegamos al albergue y al quitarnos la ropa, para ir a la ducha, observamos como ya hemos empezado a coger moreno albañil. Mañana protección del 50 y cambio de residencia.

P.d: no os preocupéis, Negombo no nos ha gustado pero estamos bien?

 

Publicado en: MIS VIAJES Etiquetado como: asia, el viaje de mi vida, sri lanka

VAMOS QUE NOS VAMOS

25 octubre, 2016 por taniacarrasco 13 comentarios

Parecía que nunca iba a llegar el  momento.

Los días previos a la salida fueron agónicos.

A pesar de llevar meses con la idea, los preparativos se dejan siempre para el final, y se te juntan las despedidas con las compras, con los papeleos y con unos nervios que no te dejan ni dormir.

La noche de antes te acuestas tarde, te levantas con tiempo no vayas a perder el avión, y aún así no llegas todo lo pronto que te hubiese gustado.

Nos acompañan los papis al aeropuerto, ellas muy emocionadas y tristes y ellos como el que ve llover, que se nos note nada.

Estábamos como locos por subir al avión y empezar el viaje. Eso no quita que pasemos el control y nos giremos medio millón de veces a tirarles besos a los que se quedan trás la barrera.

Todo va sin imprevistos y embarcamos sin problema.

Manu y tania embarcando

Nada más subir al avión ya nos emocionamos. ¡Menudo pepino!

Si estás acostumbrad@ como yo a ryanair o iberia, subirte en Qatar Airlines te parecerá impresionante.  Avión gigante e hipermegalimpio, llegas a tu asiento y te esperan una mantita, una almohada y una pantalla táctil de ordenador para ti sola, donde puedes ver desde pelis en todos los idiomas,  series, escuchar música o seguir el itinerario que lleva el avión.

Me toca ventanilla. Me alegro y miro a Manué que está a mi lado. Al otro lado un señor de aspecto hindú que se queda dormido desde antes de sentarse.

Lo miro, me compadezco. Por las mañanas hago pipí cada 20 minutos.  Me tenía que haber cogido pasillo.

¿Tendrá wc particular el asiento? Cacharreo en la pantalla táctil por si encuentro la opción «mea sin moverte de tu asiento». Pero no, no la tiene.

El vuelo sale a las 10 y aunque prevemos que nos darán de comer sacamos unos sándwiches para desayunar, ahora que nos entra la comida. A las 6 de la mañana y con los nervios no había quien desayunase.

Esperamos al despegue y comemos algo.

Fue terminar de desayunar y aparecer las señoritas azafatas con los carritos de la comida, ¡a las 11:30!. 

Yo que, aunque soy de poco comer, no sé  muy bien cómo estará la comida allá donde vamos, decido no arriesgarme a pasar hambre y aunque probablemente reviente, pruebo la comida del avión.

Riquísima oye, con tu postre, tu bebida, tus cubiertos de metal…si no fuese porque en Qatar no puedo besar a mi cari en público, nos quedábamos aquí.

Con el estómago bien lleno, nos ponemos una peli y después echo una cabezadita. Ventaja de ser pequeñita: que puedo estirarme y dormir en cualquier sitio.

Estaba medio grogui cuando a las 2:30, nos ponen la merienda. Oye que empacho.  Pero tenía tan buena pinta que a ver quién se negaba.

El caso que aguanté muy bien el tema del pipí, pero tantas horas después no me quedó más remedio que ir. Ahora que si lo llego a saber…¡voy antes!

El baño era para quedarse allí a vivir: jabones, varios tipos de papel, toallitas, espejo de aumento, colonia…así que allí echo un rato bueno.

Y cuando mi compi iba ya por su tercera película llegamos a Qatar.

Menudo aeropuerto se gastan. Menudas tiendas. Menudos deportivos en promoción y tiendas de joyas a lo bestia.

El siguiente vuelo lo cogemos en unas horas así que pensamos (uso el plural para no echarle la culpa siempre al mismo) que hay que pasar la aduana y hacemos una cola de más de media hora.

A pesar de que intento reorientar la situación y pregunto si esa cola era necesaria, mi amol insiste,  así que la hacemos.  

Efectivamente, no era necesaria.

Con el pelo casi rapado, las botas de montaña y las pintas de mochilera que llevo, sin una gota de maquillaje,  parezco UN terrorista…cuantas más aduanas evitemos mejor por favor.

De hecho, totalmente conforme con mi look masculino, entro sin darme cuenta al baño de hombres cuando sale un muchacho hindú y me pregunta: «ladies?».

-«¡Oh yes yes, ladies,  sorry!»

¿Cómo se habrá dado cuenta?

Ahora que Manué se ha echado novio habrá que tener cuidado especial con las muestras de cariño, que la homosexualidad no está muy bien vista.

El tiempo de espera se hace corto y embarcamos otra vez, pero en esta ocasión con SriLanka Airlines…igualiiiiiito igualito que antes.

Un avión viejito, con la tapicería desgastada,  con las pelis de la pantalla táctil sólo en 3 idiomas y con la comida un tanto asquerosa. Pero nos la comemos igual vaya.

Sin embargo,  a la entrada del avión nos reciben con una sonrisa y las manos juntas delante del pecho en señal de respeto, y esos gestos a veces son mejor que los lujos. 

Aquí el que no se consuela es porque no quiere.

Por fin,  después de 15 horas de avión llegamos a Sri Lanka, ¡no nos lo podemos creer!

La diferencia con el aeropuerto anterior es considerable. Mientras en Qatar se venden joyas y deportivos, en Sri Lanka puedes encontrar lavadoras de segunda mano.

Lo primero, cambiar dinero y coger una tarjeta para el móvil, después,  buscar bus que nos lleve a Negombo,  que es donde queremos pasar la noche.

Vienen a ser las 6 de la mañana aquí,  pero la ciudad está bien despierta.  Aún no hemos salido del aeropuerto cuando ya nos han acosado 20 taxistas.

Buscamos bus pero nos dicen que no existen a Negombo, típica táctica para atraer turistas a los taxistas.  No picamos.

Pero de repente empieza a diliuviar y los tuk tuks nos ofrecen sus servicios.  Negociamos y conseguimos que nos lleve por lo que consideramos un precio razonable. 

En la carretera se mezclan los coches con los autobuses, tuk tuks y motocicletas, en una lucha constante.

Los claxon no dejan de sonar y los niños en bici que van a la escuela utilizan los mismos carriles que el resto de vehículos.

Nuestro tuk tuk está a punto de estamparse en más de una ocasión, pero conseguimos llegar sanos y salvos.

Negombo parece una ciudad caótica. Calles llenas de vehículos y barro, montones de cuervos por todas partes y los claxon suena que te suena.

Nos pegamos una buena caminata buscando alojamiento. Mochila a la espalda y con un calor considerable, recorremos la ciudad hasta que encontramos un sitio decente y barato.

Una vez en encontrado, lo primero es darse una ducha.

No hemos visto ni un baño con mampara…la ducha está pegada a la pared sin más, bien cerca del retrete por si luego te quieres dar un baño.

Y yo insistiendo a mi padre porque la mampara de casa se salía….Aquí eso no les preocupa.

Como estamos muertos en vida, después de la ducha buscamos para comer y nos sentamos en un restaurante bien austero donde nos sirven un plato de arroz  (es la tercera comida consecutiva basada en arroz) con patatas, judías verdes, algo parecido a lentejas amarillas y un poco de «pollo».

Con la primera cucharada se te saltan las lágrimas de lo que pica. Y yo que estoy algo resfriada noto como se despejan mis vías respiratorias.  

Después paseo de 5 minutos por la playa, en la que no me meto ni cobrando.

A las 12:30 del medio día estamos durmiendo, después de casi dos días sin pegar ojo.

Os escribo estas líneas desde una cama gigante de sábanas blancas y limpias rodeada de una gran mosquitera. Mucho mejor de lo que esperábamos. Tenemos toallas limpias que formaban dos patitos cuando hemos llegado.  Creo que por 2000 rupias, que vienen a ser unos 13 euros, no está nada mal.

Ya iremos cogiendo el tranquillo a esto de negociar.

Manué se ha encontrado una cucaracha gigante en el baño pero el incidente ha sido solventado, no quiero ni saber cómo.

Cuando me iba a poner a escribir se ha ido la luz y nos han traído una velita. Pero al cabo de unos minutos ya estaba todo solucionado.

Ahora mismo son los 23:21 y en la calle ya no se escucha un alma.

Os dejo que aquí amanece muy pronto.

Estamos tan a gusto que no nos vamos a poner ni el repelente.

Bichitos, ¡no tocar please!

Publicado en: MIS VIAJES Etiquetado como: asia, cambio de vida, empieza el viaje, nueva etapa

PREPARATIVOS fase 3: LAS VACUNAS

13 octubre, 2016 por taniacarrasco 3 comentarios

 

El tema de las vacunas es un tema polémico, ¡y caro!

Una de las cosas que se suponen más importantes cuando viajas a lugares tan lejanos, es el tema de las vacunas. Son muchos los peligros desconocidos a los que nos enfrentamos cuando salimos de nuestro entorno (esto lleva un poco de ironía, pero poco). En este post os contaré cómo he afrontado yo esta cuestión.

Como mi Puri piensa mucho en mi bienestar, enseguida me consigue el número del centro de vacunación más cercano para que coja cita.

Para cuando llega el día de la cita, hemos conocido tanta gente que ha estado viajando sin vacunarse que vamos un poco reticentes, pero yo tenía claro que si había vacunas obligatorias había que ponérselas. Manué estaba casi convencido de no ponerse ninguna.

Llegamos al centro de vacunación unos minutos antes de la hora de la cita y allí no se ve ni se escucha un alma. Estoy por llamar a la puerta de la consulta en la que pone “Por favor, no abrir la puerta, enseguida salimos a atenderles”, pero el letrerito me tira para atrás. Vaya que por impaciente no me encuentren la vena a la primera. Además, ya empiezan a escucharse ruidos así que alguien tiene que haber ahí dentro. Pero pasan los minutos y de allí no sale nadie. Como empieza a llegar más gente,  aprovecho para llamar puesto que cuando salgan a abrir no sabrán quién ha osado tocar la puerta a pesar del letrerito.

De repente se abre la puerta de la consulta y sale…Rafael Amargo, seguido de una enfermera que no para de hacerle la pelota. O el mundo del espectáculo está muy mal y este señor se ha tenido que cambiar de profesión o es que tiene una actuación en El Congo y necesita vacunarse.

Nos dan una hoja para rellenar y nos pasan con el médico. Lo primero que nos dice es que para los países que vamos a visitar (Sri Lanka, India, Nepal, Laos, Camboya, Vietnam, Thailandia, Indonesia, Filipinas) no hay ninguna vacuna obligatoria. Manué y yo nos miramos con media sonrisa y nos quedamos a aguantar la charla, aunque ya sabíamos todo lo que teníamos que saber.

El médico, este señor serio, de voz tenue y entrecortada, juntando las palabras o comiéndoselas (no lo sabemos porque no lo escuchábamos), que nos da una charla de 30 minutos mientras rellena medio millón de recetas…se ve que disfruta mucho con su trabajo. Pero a veces,  intuíamos que podía estar diciendo algo interesante y le preguntábamos: ¿Cómo dice? ¿Que la rabia es mortal?

“Cari la de la rabia hay que ponérsela”, le digo a mi Manué.

El médico se levanta cuando acaba su charla y mete el medio millón de recetas en una carpetita, y nos invita a pasar con la enfermera para ponernos la de la rabia, que por cuestiones de tiempo hay que ponérsela ¡ya!

“Yo no me voy a poner ninguna vacuna”, dice Manué.

El médico, que estaba de pie con la mano en el agarrador de la puerta, gira despacio su cabecita y lo mira entre perplejo y ofendido, y dice despacito: “Y entonces ¿para que habéis venido?”. Cuando en realidad quería decir: “¡Me cago en tus muelas pedazo de cabr…y para eso me tienes media hora dándote la charla, mala diarrea te dé cuando estés allí en la selva y sólo puedas cagar en un agujerito!”. Pero se mantuvo en su sitio y casi no se le notó el cabreo.

“Sí cariño, vas a pasar conmigo y con la enfermera y te vas a poner la vacuna de la rabia”.

Pasamos con la enfermera los dos, y Manué decide contarle a este miembro del personal sanitario de nuestro país, las ventajas e inconvenientes de vacunarse, como si el que hubiese estudiado la carrera de medicina hubiese sido él. La muchacha se reía, sin mucho interés por rebatir sus argumentos. “Oye, que si no quieres no te vacunes eh!”.

dibujos-animados-medico-inyeccion-loco

Finalmente, aunque nos costó trabajo convencerlo, Manué se puso la de la rabia, que sería la única de las medio millón de vacunas que nos aconsejaron que se pensaba poner, y se hizo amigo de la enfermera, amiga de Rafael Amargo. Yo decidí ponerme también la de la hepatitis A, puesto que se supone que no la he pasado y ese tipo de tratamientos se complican por ciertos países. Manu ya había pasado esta enfermedad, así que estaba vacunado desde hacía tiempo.

No quiero sentar cátedra respecto al tema de las vacunas porque es un tema muy personal. Aconsejo a todo aquel que quiera viajar que se informe y tome sus propias decisiones. Es un tema complicado en el que está en juego tu salud, nadie puede decidir por ti.

Y como aún no puedo saber si lo nuestro ha sido o no una decisión acertada, tendremos que esperar a que pasen los meses y veamos si nos pica algún mal mosquito y tenemos que hacer uso del pedazo de seguro médico que llevamos. De momento, y estando aquí en España, alimañas y bichos patrios, podéis morderme sin problema, ¡estoy vacunada!

Tengo que decir para concluir, que si nos hubiésemos puesto todas las vacunas que nos aconsejaron, tendríamos los brazos como un colador y el bolsillo…¡agujereado del todo!. Cada uno que saque sus propias conclusiones.

Y, por favor, si algún viajero experimentado y conocedor del tema vacunas es tan amable de darnos su opinión, estaremos más que encantados de escucharla.

MILES DE MORDISCOS PARA TODOS

https://www.google.es/webhp?sourceid=chrome-instant&ion=1&espv=2&ie=UTF-8#q=centro%20de%20vacunaci%C3%B3n%20internacional

 

Publicado en: MIS VIAJES Etiquetado como: asia, preparativos viaje, presupuesto viaje, vacunas

Barra lateral principal

  • Aviso Legal
  • Política de Privacidad
  • Política de Cookies
  • Declaración de Accesibilidad
  • Contacto
ES Financiado por la Union Europea WHITE Outline
Logo PRTR BLANCO
logo kit digital

© 2018-2023 Instituto Tania Carrasco. Todos los derechos reservados

Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros para recopilar información estadística sobre su navegación y mostrarle publicidad relacionada con sus preferencias, generada a partir de sus pautas de navegación. Si continua navegando, consideramos que acepta su uso. Acepto Leer Más
Política de cookies

Privacy Overview

This website uses cookies to improve your experience while you navigate through the website. Out of these, the cookies that are categorized as necessary are stored on your browser as they are essential for the working of basic functionalities of the website. We also use third-party cookies that help us analyze and understand how you use this website. These cookies will be stored in your browser only with your consent. You also have the option to opt-out of these cookies. But opting out of some of these cookies may affect your browsing experience.
Necessary
Siempre activado
Necessary cookies are absolutely essential for the website to function properly. This category only includes cookies that ensures basic functionalities and security features of the website. These cookies do not store any personal information.
Non-necessary
Any cookies that may not be particularly necessary for the website to function and is used specifically to collect user personal data via analytics, ads, other embedded contents are termed as non-necessary cookies. It is mandatory to procure user consent prior to running these cookies on your website.
GUARDAR Y ACEPTAR