No somos conscientes del poder que tienen las palabras y de cómo podemos usarlo en nuestro beneficio.
El diálogo interno es constante.
Si te das cuenta y te paras un momento a escucharte con atención, estás toooodo el tiempo charlando contigo misma.
Sería un gran logró, si la mayoría de esas cosas que te dices fueran positivas y edificantes.
Pero escúchate, escúchate….
No suele ser así.
La gran mayoría de las veces, nuestro diálogo interno nos limita y nos frena.
Si bien es difícil controlar este discurso, no es imposible.
Como todo, requiere de mucha práctica. Y como todo lo que requiere mucha práctica, trae consigo enormes beneficios.
Cada mañana, antes de marcharte de casa y después de tus meditaciones, vas a utilizar tu diálogo interno para tener un día lo más estupendo posible.
Previamente, vas a hacer una lista con aquello que te gustaría ser o tener y que aún no ha llegado.
Te pongo ciertos ejemplos:
– Soy una persona fuerte y alegre.
– Tengo un trabajo maravilloso.
– Mi familia es todo amor y comprensión.
– Tengo una salud estupenda.
– Hoy es uno de los mejores días de mi vida.
– Me amo y me cuido.
– Tengo paz y tranquilidad en mi vida.
– Yo construyo mi día con amor.
– Me quiero y me cuido.
– Estoy rodeada de gente maravillosa.
Y así podría pasarme varias horas, como no me pares.
Efectivamente, la ley de la atracción de la que tanto se habla.
No es nada más y nada menos que la ley de la atracción.
Quizá no te hayas fijado, pero todas las frases están en primera persona del presente y en afirmativo.
No te sirve lo siguiente:
– No tengo estrés ni tristeza.
– Algún día conseguiré un trabajo maravilloso.
– Mi familia no discute.
– Pronto estaré mejor de salud.
– Hoy será un gran día.
– Voy a empezar a cuidarme.
– Ya no fumo
– No permito que la gente tóxica se acerque a mi vida.
Seguro que ahora ha quedado un poco más claro, ¿verdad?
Esta parte del día es muy importante.
Con aquello que nos decimos atraemos lo que necesitamos y nos hacemos cargo de nuestros deseos.
Proyectamos ideas positivas a cerca de todo lo que queremos conseguir y así nos acercamos a nuestro objetivo: tener un día mejor.
Sería de gran ayuda que pudieses hacer estas afirmaciones frente a un espejo, para que al universo le quede claro para quién es eso que estás pidiendo.
No se vaya a despistar y se lo vaya a mandar a la vecina del quinto.
Es sorprendente el poder que puede tener este ejercicio.
De verdad te digo que es extraordinario y merece la pena comprobarlo.
Anota en un papel aquello que quieres alcanzar, para repetir cada día las mismas afirmaciones.
Añade o quita las que quieras, a tu antojo, cuando te de la gana.
Recordando siempre que cuanto más claro lo tengas tú, más claro le quedará al universo.
Tampoco le vayas a volver loco que a los demás también nos tiene que hacer favorcillos ?
¡Nada de monopolizar al universo, eh!
Y cuidado con lo que pides que ¡se puede hacer realidad!
Hubo una época en la que me quedé más delgada de la cuenta y empecé a manifestar mi deseo de tener un culo más gordo.
Ahora tengo el culo más gordo y pienso ¿por qué no me daría un puntito en la boca?
Te cuento esto para darle un toque de humor al relato, pero es verídico del todo.
Pide y se te dará…
¡Tú construyes lo que tienes en tu día!
Cuelga papelitos con tus afirmaciones por la casa o cualquier lugar donde puedas verlo a menudo, y no pierdas la ocasión de volver a pedir por tu boquita cada vez que te sea posible.
Esto es igual que cuando un bebé se pone muy pesado y al final le das algo para que se calle, pues lo mismo.
Vamos a ponernos pesados con el universo para que no le quede más remedio que acceder a nuestras peticiones.
Este truco no te llevará más de un par de minutos, a no ser que te hayas pasado de la raya y hayas hecho una lista de 3 metros de largo por 4 de ancho.
En ese caso, te llevará unos minutos más.
https://blog.elsecretosobrelaleydeatraccion.com/poder-las-afirmaciones-positivas/
Usa visualizaciones. Eso te ayudará a estar más cerca de tu objetivo.
Añade una imagen a cada petición.
Al añadir una imagen le estamos dando mucha fuerza a nuestros deseos.
Cuando haga las afirmaciones incluyendo visualizaciones, intenta usar también el resto de tus sentidos.
La imagen puede acompañarse de sonidos, olores, sensaciones táctiles…intenta relacionarte con tu afirmación de la manera más realista posible.
Este truco que te propongo para empezar a tener días grandiosos y construir una vida feliz, es algo de lo que ya se ha hablado mucho.
Son prácticas más que probadas y que dan resultados extraordinarios.
Lleva un tiempo acostumbrarse a hacer este tipo de cambios en nuestro día a día.
Pero deberíamos tomarlo como prioritario y comprometernos abiertamente con nuestra felicidad.
No pretendas conseguir resultados diferentes haciendo siempre las mismas cosas.
No pretendas despertarte una mañana más feliz que una perdiz, consiguiendo mantenerte media hora haciendo meditación, con un sensación de plenitud y paz abrumadoras, sin haber hecho ningun esfuerzo para conseguirlo.
No sirve con sentarse a afirmar y visualizar, has de ponerte en el camino de aquello que quieres conseguir.
¡Tienes que pasar a la acción!
Supongamos que tu afirmación es, por ejemplo:
«Tengo un trabajo estupendo», y el problema que quieres resolver es que no tienes trabajo.
No es suficiente con sentarse cada mañana a imaginarte en el trabajo de tus sueños.
¡Tienes que salir a buscarlo!
Tienes que moverte, que colocar el mayor de currículos posible, que tocar a todas las puertas que se te ocurran.
¡Tienes que pasar a la acción!
Las afirmaciones y las visualizaciones te ayudan mucho a acercarte a tu objetivo.
¡Las acciones te acercan aún más!
Es una combinación de todos los factores lo que te llevará al éxito.
Todo en su conjunto produce resultados aplastantes.
Hay una frase que me gusta mucho y me hace mucha gracia:
«Todavía hay gente esperando recoger frutos de árboles que nunca sembraron».
A mí me divierte porque ya he pasado por ahí, pero si estás empezando el camino puede resultar incluso ofensiva.
No te enfades, no te ofendas, tómalo a broma.
Cuando nos tomamos las cosas con humor son mucho más fáciles.
Simplemente, ¡ponle remedio!
Vigila tu diálogo interno siempre que puedas.
Te dirás sólo cosas bonitas y motivadoras.
¡Es una orden! ?
Y ahora venga, coge papel y boli y haz esa lista.
No te cortes, ¡es divertido!
De todo lo que pongas…
¡TE DESEO EL DOBLE!?
Comparte y comenta porfi, anda, que esa es una de las cosas que yo le he pedido al universo:
¡QUE MIS REVOLUCIONARI@S PARTICIPEN MUCHO!?