Te lo digo ya, en frío: la sinceridad está sobrevalorada. No, no hablo de mentir o de ser falso, hablo de tener un poquito de sentido común.
Te han enseñado que la sinceridad es una virtud que va unida a la honestidad. Que siendo una persona sincera irás al cielo y San Pedro te pondrá coche de caballos para que vayas a tomar el té con Dios en su resort de la playa celestial.
¡Y un mojón!
La gente «sincera» es mala.
Vale, no toda, pero mucha ?
De hecho, mi mejor amiga de la infancia es una de las personas más sinceras que conozco y no puede ser más buena al mismo tiempo. Sin embargo, su sinceridad le ha dado más de un disgusto.
Por lo general, detrás de la supuesta sinceridad se esconden unas ganas de dar por culo que no veo lógicas. Y es a este tipo de sinceridad al que me estoy refiriendo.
Me gustaría que recapacitases sobre esto que te digo porque me parece un tema digno de evaluación.
Hace años que se lo vengo repitiendo a muchas de las personas que tengo alrededor y oye, que no hay manera.
La mayoría se sigue empeñando en utilizar una verdad que llega tarde y hace daño, porque lo confunden con sinceridad.
Y son cosas diferentes. Déjame que te siga explicando que te lo voy a demostrar.
“SINCERIDAD” NO ES LO MISMO QUE “VERDAD”
Esta es la definición de sinceridad de la RAE, pero no me resuelve el dilema moral del que estoy hablando, ni mucho menos está en consonancia con lo que te estoy intentando explicar.
Si la sinceridad es la forma de comportarse libremente sin fingimiento, vamos a ver qué es lo que la RAE conoce como “verdad”:
1. Conformidad de las cosas con el concepto que de ellas forma la mente.
2. Conformidad de lo que se dice con lo que se siente o se piensa.
3. Propiedad que tiene una cosa de mantenerse siempre la misma sin mutación alguna.
4. Juicio o proposición que no se puede negar racionalmente.
5. Cualidad de veraz.
6. Expresión clara, sin rebozo ni lisonja, con que a alguien se le corrige o reprende.
7. Realidad (existencia real de algo).
Vamos a quedarnos con la 1, 2 y 7, que son las que te van a ayudar a entender lo que estoy queriendo decirte.
La número 1 nos dice que la verdad tiene que ver con el concepto que forma la mente. Lo que me hace pensar en la verdad como algo subjetivo y en la sinceridad como un juicio de valor.
Ejemplo sobre la número 1: si estando en Tailandia las circunstancias me hacen pensar que todas las personas tailandesas son unas clasistas, ¿es verdad entonces que todas las personas tailandesas son clasistas?
La número 2 se acerca un poco más a lo que consideramos como “nuestra verdad”: que lo que pensamos y decimos tenga total coherencia.
Ejemplo sobre la número 2: soy una persona feminista pero defiendo que el lugar de la mujer es la cocina cuando hablo con personas machistas. ¿Soy una mentirosa entonces?
La número 7 habla de verdad como realidad.
Ejemplo sobre la número 7: Para mí es verdad que tengo dos brazos porque los veo, existen, cualquiera puede comprobar que los tengo, ¿no?
Ser sincera y tener en tu poder la verdad, no es lo mismo. Porque, ¿cuántas verdades existen?
LA SINCERIDAD Y LA VERDAD SON CONCEPTOS SUBJETIVOS
El mundo es un pañuelo lleno de mocos de todos los tipos. Igual que personas hay muchas y muy diferentes, interpretaciones, opiniones y gustos, existen en igual proporción: a montones.
- ¿Quién te ha dicho a ti que eso que llamas “verdad” no es simplemente tu opinión?
- ¿Una opinión es una verdad?
- ¿Existe la verdad absoluta para algo?
- ¿Las verdades absolutas que existen son las mismas para todo el mundo en todo momento?
Ni aún cuando tienes plena seguridad de que has visto algo con tus propios ojos, puedes poner la mano en el fuego de que eso sea “verdad”.
Y te voy a poner un ejemplo que me viene perfecto:
Cuando era adolescente, acababa de empezar con un chico pero todas mis amigas sabían que también me gustaba otro.
Un día, en la discoteca del pueblo, yo estaba hablando en la barra con este segundo chico que me gustaba y que no era mi novio.
De repente, se fue la luz durante unos segundos. Fueron muy pocos, 2 ó 3 segundos, pero los suficientes para dar pie a la especulación.
Dos de mis propias amigas, aseguraban haber visto cómo me besaba con ese chico mientras duraba el apagón. Una cosa muy lógica de ver, teniendo en cuenta que todo estaba prácticamente a oscuras.
Pero lo más curioso es que dos personas, dos, aseguraban haber visto lo mismo, cuando eso jamás llegó a pasar.
Desde aquel momento cuestiono mucho todo lo que la gente dice que ve. No me vale ni lo que yo mismo veo con mis ojos para poder considerarlo una verdad absoluta.
Ellas estaban siendo sinceras, realmente pensaban que me habían visto besándome con ese chico. Pero resulta que yo también estaba diciendo la verdad…
Menos mal que mi novio me creyó a mi.
CUÁNDO LA SINCERIDAD ES POSITIVA. Ejemplos
La sinceridad es positiva en muchas ocasiones.
– Si te acuestas con el novio de tu amiga, sería una cualidad muy positiva que tuvieses la decencia de contárselo a la cara.
– Si algún empleado te tiene frita, quieres hablar con él de su conducta pero no te atreves y en lugar de eso te comportas de mala manera, la sinceridad podría ayudarte a solucionar el problema, hablando con este empleado.
– Si tu madre hace cosas que te alejan de ella pero no las sabe porque no se las cuentas, si optases por usar la sinceridad seguro que os ayudaría.
– Si vas con un amigo de compras y te pide que opines sobre qué pantalón le sienta mejor, da tu opinión con sinceridad para ayudarle con su elección.
En definitiva, la sinceridad es positiva cuando de decir la verdad se deduzcan más consecuencias positivas que negativas.
CUÁNDO LA SINCERIDAD ES NEGATIVA. Ejemplos
Pues cuando sirve para hacer el mal, está claro.
– Tu amigo va a comprarse esos pantalones solo, sin tu ayuda. Se los compra, se los pone para salir el sábado. Cuando llega con ellos, tan contento como todo el que estrena ropa, te pide tu opinión. Tú, ni corta ni perezosa, le miras y le dices: “uy, pues quizá ese color no era el adecuado, ¿por qué no te los has comprado en verde pistacho?”
Y tú, ¿por qué no te callas?
¿De qué sirve ahora que le digas eso a tu amigo si ya se ha comprado los pantalones, los lleva puestos y encima va tan contento?
Podrías haberle dicho: «¡qué guapo estás con tus pantalones nuevos! A mi me gustan más en verde pistacho pero esos también te quedan muy bien».
¿No te parece una respuesta mejor?
– Ves al novio de tu amiga sonreírle a otra chica. ¿Crees que ir con el cuento de la sinceridad a tu amiga y contarle esa tontería es luchar por la verdad y hacerle un favor?
Eso es para dar por saco, a mí no me j….
– Te encuentras con un conocido después de mucho tiempo. Lo normal es que haya envejecido y además le sobran unos kilillos. “Paco, cuánto tiempo, ¿cómo estás?. Parece que estás más rechoncho desde que no nos vemos”.
Pero ¿quién te ha preguntado chiquilla?
A ti te encantaría que Paco te hiciese ese mismo comentario, ¿a que sí? ¡Venga ya! ¿A quién le gusta que le digan que ha engordado?
Será la verdad y todo lo que tú quieras pero ¿para qué sirve?
Pa dar por culo na más.
DEDICADO A LAS LAS PERSONAS “SIFISUSI”
Que ¿qué es una persona «sifisusi»?…
Llamaremos personas sifisusi a las típicas personas SIn FIltro SÚper SInceras.
A ver, que sí…
– que tus papás te han ensañado que no hay que mentir,
– que las mentiras piadosas son mentiras al fin y al cabo,
– que no quieres ir al infierno,
– que una de tus principales cualidades es la sinceridad…
Te preguntan: “y tú, ¿cómo eres?”
“Ah pues yo soy simpática, alegre, amiga de mis amigos y…¡súper sincera!”.
Habría que preguntarle a tus amigos entonces.
Tú eres una “sifisusi” de libro. Y ¿quién quiere ser una sifisusi?
Si no tienes filtro, te compras uno, pero vale ya de justificar opiniones que se emiten para fastidiar (a veces inconscientemente) justificándolas con esto de la sinceridad.
Hay comentarios que no son necesarios, sobre todo si son críticas que no llevan a ningún sitio a la persona que las recibe. Hay verdades que están mejor guardaditas y hay personas que se podían dar un punto en la boca antes de malmeter con sus supuestas “verdades”.
Pero esto tampoco es una verdad absoluta claro, es sólo mi opinión.
Puedes echarle un vistazo a este artículo que he encontrado, donde se habla ampliamente de algunas de las cosas que he intentado trasmitirte.
5 CLAVES PARA NO SER UNA “SIFISUSI”
Conozco gente que trae lo de la sinceridad de serie y que incluso les causa problemas.
Personas como Jim Carrey en «Mentiroso Compulsivo», que se meten en más de un lío por contar verdades innecesarias.
Es cierto que hay personas así para las que la sinceridad resulta un auténtico engorro.
Recuerdo a esta amiga de la infancia que te comentaba al principio, cada vez que hacía algún comentario sin filtrar y tenía que recoger malas caras o malas contestaciones de las personas que no sabían que, en su caso, no había ninguna mala intención.
Si por el contrario eres de las que utilizan la sinceridad y tus verdades subjetivas para hacer sentir mal a los demás, a conciencia, puedes volver a leer esto cuando tengas intención de dejar de hacer el mal.
Claves para aprender a filtrar lo que se dice y usar la sinceridad sólo para hacer el bien:
1. Toma conciencia de lo que dice tu mente para que no vaya por libre.
No dejes escapar todo lo que te pasa por la cabeza. Siempre y cuando te des cuenta, actúa como la guardiana de tus propias palabras y cuestiona su utilidad antes de soltarlas.
2. Observa si se ha pedido tu opinión y si es buen momento para decirla, antes de emitir ningún sonido.
3. Pregúntate antes de hablar, ¿lo que voy a decir va a servir para algo bueno?
4. Después analiza: ¿lo que voy a decir traerá consecuencias buenas para mí o para la otra persona?
5. Y grábate a fuego esta frase: “Cuando hables, procura que tus palabras sean mejores que el silencio”, proverbio hindú.
CONCLUSIONES
Por supuesto que no defiendo la mentira ni creo que tengamos que estar siempre callándonos lo que pensamos.
Pero lo agradable sería encontrar el término medio, como en todo.
Yo que utilizo mucho la palabra autenticidad como norma de vida, no creo que se pierda personalidad ni autenticidad por aprender a usar la empatía y filtrar un poco las cosas que solemos decirle a los demás.
Cuando he hablado en otros artículos de no hacer demasiado caso a lo que dice la gente, me refería precisamente a esta gente que no te va a aportar nada positivo con sus comentarios.
Estás en el mundo para ser feliz y, por el camino, hacer felices a los demás, siempre que eso no implique traicionarte a ti misma como hablamos en el post de la semana pasada.
Decir la verdad es genial, sobre todo cuando tiene consecuencias geniales. Decir una “mentira piadosa” puede ser buena opción a veces.
Tanto las verdades, la sinceridad, como todo lo que te estoy contando, es muy subjetivo. Cada cual es responsable de lo que hace y de lo que dice. Pero si eres una “sifisusi” tendrás que estar preparada también para que lo sean contigo.
Todavía me río cuando me acuerdo de esto:
Llego al cumple del niño de una amiga y veo a otra de mis amigas que lleva puesta una chaqueta imposible. Pero ya la lleva puesta, ¿qué gano diciéndole que me parece una chaqueta horrorosa?
Me callo y punto, no es un comentario que vaya a aportar nada positivo.
No estoy siendo una falsa, estoy siendo una persona coherente.
Al cabo de un rato, nos colocamos para que la amiga de la chaqueta imposible nos haga una foto. Coge la cámara, mira al grupo y dice:
“Tania, ese pintalabios nunca más”.
¿Perdona?
“Pues no te lo pensaba decir pero tu chaqueta es horrorosa”, contesté yo.
Ea…
Se quedó planchada, con la boca abierta y cuando supo reaccionar me dice: “¡Qué cabrona!”.
Encima la cabrona era yo…¡tiene narices!
El caso es que esta amiga no ha vuelto a hacerme ningún comentario estilístico. Que no es que yo tenga mucho estilo pero si llevo ese pintalabios se entiende que me gusta, ¿no? Y no he preguntado la opinión de nadie para ponérmelo, ¿a que no?. Pues eso.
Esta amiga suele leerme así que espero que le haya hecho gracia.
Te quiero sifisusi ?
En fin, que podríamos centrarnos en decirle a la gente las cosas positivas y alegrarles el día, en lugar de poner el foco siempre en lo que podría estar mejor, si en ese momento no tiene solución.
No se trata de mentir a diestro y siniestro, ni de dejar de dar nuestra opinión, pero mejor si es para bien, ¿no te parece?. Que las cosas se pueden decir de muchas maneras.
Y tú, cuéntame, ¿eres una sifisusi que quiere cambiar?
¿Eres una sifisusi que se está dando de baja del blog en este momento?
¿O eres una persona rodeada de sifisusis que le dan marcha a tu vida?
CUÉNTAMELO TODO
UN ABRAZO GRANDÍSIMO