Puede que estés cansada de oír eso de «escucha a tu corazón»…Pero espero que no demasiado porque yo lo digo mucho 😉
¿Qué significa «escuchar a tu corazón» realmente?
Muchas de las personas que nos dedicamos a esto del «desarrollo personal», utilizamos esta frase demasiado porque para nosotras significa muchas cosas importantes.
Sin embargo, no nos damos cuenta de que, a veces, para quien la escucha suena a topicazo y no le lleva a ningún sitio.
Es por ello que me gustaría contarte qué significa para mí eso de «escuchar a tu corazón» y como así he conseguido tomar las mejores decisiones de mi vida.
QUÉ SIGNIFICA ESCUCHAR A TU CORAZÓN
Desde mi punto de vista, escuchar a tu corazón significa:
- Saber reconocer tus necesidades y actuar en consecuencia (por eso empleo tiempo y cursos y terapias para conocerme mejor).
- Conocer perfectamente tus prioridades y ser coherente con ellas (por eso una de mis filosofías de vida es el Minimalismo existencial).
- Utilizar la intuición por encima de lo que diga tu mente (por eso me planteo si aquello que creo que tengo que hacer lo digo «yo» o mi necesidad de aprobación externa).
- Y ser capaz de ver en cada decisión el mejor camino para tu desarrollo personal (por eso la palabra «error» o «fracaso» han sido sustituidas en mi vocabulario por la palabra «aprendizaje»).
Tú sabes escuchar a tu corazón perfectamente, lo único que te pasa es que te da miedo hacerle caso porque suele arriesgarse más de lo que sueles arriesgarte tú.
Aún así, como eres una persona valiente, por mucho miedo que tengas, en el fondo sabes que cuando le escuchas no te queda otra que mover el culo en dirección a tu felicidad.
¿TIENES UN CORAZÓN ESCANDALOSO?
Creo que sí, que tu corazón es como el mío, no se calla ni debajo el agua y me mete en cada lío…
El corazón te habla todo el tiempo. ¿Habrá estudios científicos sobre esto? Realmente no los necesito.
Sé que me habla porque le escucho, lleva conmigo toda la vida.
He tenido la suerte de nacer con un corazón muy escandaloso que está toooodo el rato dando la lata.
Aunque quisiera, no podría ignorarlo. Pero me consta que no para todo el mundo es así, no todo el mundo se siente capaz de reconocer que tiene una vocecita que le dice cosas raras.
Ya llevas un tiempo dándote cuenta de que dentro de ti hay algo que quiere manifestarse y que has estado intentando acallar mucho tiempo.
Algo más grande que tú, que lucha para que le des voz.
Pero claro…¡qué complicado dejar hablar a alguien que sabemos que nos va a sacudir!
Normalmente, buscamos las opiniones que nos den la razón. Y el corazón, no es complaciente, no te va a decir lo que quieres escuchar.
El corazón te va a decir la verdad sobre lo que quiere y lo que siente.
Que, por desgracia, dista mucho de lo que en realidad estás haciendo con tu vida normalmente.
QUÉ PASARÁ SI ESCUCHAS A TU CORAZÓN
Te da un miedo atroz escuchar a tu corazón porque eso te va a obligar a tomar decisiones, a hacer cambios.
Si escuchases a tu corazón, casi seguro que estarías haciendo las cosas de una forma muy diferente.
Porque el corazón no tiene el miedo que tienes tú, aunque te esfuerces en disimularlo detrás de tu careta de Superwoman.
El corazón sabe que para conseguir una vida auténtica hay que hacer las cosas de otra manera.
El gran problema es que, después de ignorarlo tanto tiempo, es muy difícil que ahora quiera hablarte con claridad.
A veces, cuando lees cosas como esta, te sientas a escuchar…a ver si es verdad que te va a estar hablando y es un problema de sordera.
¿Se solucionará yendo al otorrino?
No, amiga.
Sólo imagina que llevases años intentado decirle algo a alguien y que ese alguien siempre te ignorase.
Te acabarías cansando, ¿verdad?
Puede que esto sea lo que le haya pasado a tu corazón.
O bien que se ha cansado de gritarte, o bien que de tanto gritarte se ha quedado afónico, y ahora no hay forma.
Pero puede pasar otra cosa…
A lo mejor resulta que le escuchas perfectamente, pero te resulta más fácil ignorarlo.
¿No dicen que lo que ignoramos desaparece?…
Pues no siempre.
El corazón tiene tanta razón, quiere ayudarte tanto, es tan fuerte, que no va a desaparecer.
Sólo se va a quedar rezagado, mandándote señales, a ver cuándo tienes las santas narices de hacerle un poquito de caso.
El momento es ahora.
Otra causa que puede tener que ver con que no oigas lo que tu corazón te dice, es que haya mucho ruido fuera.
Demasiado estrés, una vida muy ajetreada, mucha gente alrededor, demasiados compromisos. Sin duda necesitas poner algo de minimalismo en tu vida.
O quizá, buscas tener muchas cosas que hacer, para llenar vacíos…Pues eso, necesitas minimalismo en tu vida 😉
En mi caso, por suerte, soy de esas personas que escuchan mucho a su corazón.
Y cuando mi corazón se manifiesta, sé que se avecina algo grande
LOS RIESGOS QUE TENDRÁS QUE CORRER POR ESCUCHAR A TU CORAZÓN
Si estás esperando respuestas, tu corazón te habla, y decides hacerle caso…¡agárrate los machos que vienen curvas!
Pero a veces las curvas no son malas, son divertidas, arriesgadas, nos hacen estremecernos, si las cogemos con tranquilidad pueden ser gratificantes y no te marean.
En mi caso, cuando mi corazón me habla lo primero que pasa es que empiezan las señales, y luego ya no hay quien pare.
No te voy a negar que en muchas ocasiones, el corazón me ha llevado a darme trompazos que no hubiese elegido, de haberlo sabido con antelación.
Pero cada una de esos leñazos provocados por escuchar a mi corazón, me han enseñado tanto de la vida, que me acabaron pareciendo decisiones maravillosas.
No sé si ya vas entendiendo un poco mejor qué significa escuchar a tu corazón…
Te pongo un ejemplo: conocí a mi futuro marido, mi corazón me decía que dejase todo para irme con él, y eso hice. La historia salió mal. Pero todo lo que rodeó a la historia: todo el aprendizaje, el negocio que monté en esa época, las terapias que tuve que hacer…me han hecho ser la persona que soy hoy.
Me hicieron crecer enormemente.
Sí, de haberme quedado dentro de mi zona de confort, no habría tenido que soportar todo lo que conlleva superar un divorcio.
Pero ahora sé la cantidad de cosas que me habría perdido.
¡Sin duda lo haría una y mil veces más!
Gracias a esa decisión y a su posterior batacazo:
- Conocí gente maravillosa,
- monté un negocio fabuloso,
- me formé en muchas terapias,
- aprendí a conocerme mejor,
- me hice más fuerte,
- crecí interiormente (crecer exteriormente es algo que el universo me ha negado ?)…
Jamás podría decir que fue una decisión equivocada.
¿Que sufrí mucho?…¡Pues claro!
Pero ¡y todo lo que aprendí, ¿qué?!
Como esas decisiones podría contarte muchas. No todas tienen que ver con las relaciones sentimentales.
El corazón te habla para absolutamente todo y nunca se equivoca, te lleva donde tienes que estar. El riesgo está en todo lo que puede pasar por el camino…
NO PREGUNTES DONDE NO DEBES
Suele pasarte también, que cuando no tienes clara la decisión que tienes que tomar, preguntas a las personas de alrededor, en lugar de preguntar al que más sabe.
Preguntas a todo el mundo.
A mí también me pasa a veces…
Sería mucho más fácil pararte, e intentar reconocer qué es lo que quieres en realidad, sin tener que preguntar a nadie.
Si dudas es:
- Porque no sabes lo que quieres
- O porque te da miedo la decisión
Ambas opciones son lícitas y no te hacen peor persona.
Tanto en un caso como en el otro, es mucho más provechoso intentar solucionarlo por ti misma. Nadie va a poder ponerse en tu piel.
Los demás te van a dar las opiniones que más tengan que ver con su forma de ser, y esa forma de ser no tiene porqué ser la tuya.
A veces, por más que miras hacia dentro, te parece que no encuentras las respuestas.
Es que aprender a escuchar a tu corazón no es una tarea fácil, lo sé.
Pero yo no creo que el problema esté en que no las encuentres…Es más común que las respuestas estén claras como el agua.
¡Es que estás acojonada! Es el miedo el que te impide decidirte.
RECONOCER QUE TIENES MIEDO ES DE VALIENTES
Vamos a dejarnos de palabrería y ¡reconócelo! Te cagas por la pata abajo cada vez que tu corazón te dice lo que tienes que hacer. ¡Está medio loco!
Sí, el mío también…
Tienes tanto miedo a hacer aquello que te dice tu corazón que te escondes detrás del: “es que no lo sé”.
Sí, lo sabes, lo sabes muy bien.
Pero llevas mucho tiempo aplazando la decisión, por miedo. No es otra cosa, y no pasa nada por reconocerlo. Es más, reconocer que tienes miedo es de ser una persona muy valiente.
«Sí, tengo miedo, pero voy a hacerlo igualmente»
Como diría Hana Kanjaa: «si tienes miedo, hazlo con miedo»
El corazón, tu propio ser, tiene muy claro hacia dónde tienes que tirar. Eres tú, con tu ego y tus creencias limitantes, la que no quiere dar el paso.
Está bien, no pasa nada, no te sientas culpable, pero deja de decir que no sabes lo que tienes que hacer.
Es mucho más sano reconocer que no lo quieres hacer porque tienes mucho miedo.
Sé honesta contigo, te lo mereces. El primer paso para cambiar algo, es aceptarlo (esto también lo digo mucho 😀 ) Aunque no te atrevas a tomar las decisiones que dicta tu corazón, encontrarás más paz si reconoces que tienes miedo.
Que no lo haces, por miedo, punto ¡hombre ya! No pasa naaaaaaada.
LAS MEJORES DECISIONES SE TOMAN CON EL CORAZÓN
Poco a poco, si trabajas con esto del miedo a tomar ciertas decisiones, te irás sintiendo cada vez más segura de ti misma.
Pero aunque optes por no hacer lo que manda tu corazón, al menos escúchalo.
Hazte consciente de que no tomas la decisión por miedo, no porque el corazón no te lo esté diciendo claro.
Es lícito que tengas miedo, no te machaques.
Pero no dejes nunca de escuchar al corazón, porque aunque a priori parezca que no le haces mucho caso, irá sembrando en ti las semillas de tu crecimiento personal.
Cuanto menos miedo tienes, más escuchas a tu corazón y más viva te sientes y, por lo tanto, tomas mejores decisiones. Empiezas a hacer todo aquello que va en verdadera consonancia contigo.
Cuanto más viva te sientas, menos miedo tendrás a caerte, porque estarás convencida de que tienes mucho más que ganar y que aprender.
Porque ¿quién decide cuándo una decisión es acertada o equivocada?
Tienes miedo a equivocarte, lo sé, pero ¿cómo se mide eso?
Puede que alguna vez en tu vida hayas tomado decisiones que en un primer momento parecían desastrosas pero ¿no te han llevado luego a algo mejor? Y si no te han llevado a algo mejor ¿no te han aportado grandes aprendizajes?
Si me dices que no, no me lo creo.
Lo peor que te puede pasar si escuchas a tu corazón es que aprendas
QUÉ PUEDES HACER PARA APRENDER A ESCUCHAR A TU CORAZÓN
Si aún no te queda muy claro esto de que el corazón te habla (puedes llamarlo intuición), voy a contarte mis secretos para tener mayor conciencia y estar más receptiva:
1. PERMÍTETE MOMENTOS DE SOLEDAD
Va a ser complicado que escuches a tu corazón, ni nada que merezca la pena, si siempre estás rodeada de ruido.
Yo antes era una persona que siempre tenía mil planes, quedaba con mil personas a la vez y siempre estaba rodeada de ruido. Todo cambió cuando empecé a permitirme momentos de soledad.
Me gustó tanto eso de estar conmigo misma, en silencio, paseando, leyendo, tranquila sin hacer «nada», que ahora no podría vivir sin esos momentos.
Cuando el ruido cesa, empiezas a escuchar lo realmente importante.
Busca momentos de soledad que te den la paz que necesitas.
2. CONECTA CON LA NATURALEZA
Si te gusta la naturaleza y tienes la posibilidad de estar rodeada de ella a menudo, tendrás momentos maravillosos para escucharte, recargar pilas y darte más cuenta de lo que quieres y necesitas.
La brisa fresca, los árboles, estar cerca de un río, pasear por una montaña y divisar el horizonte…son momentos auténticos que te abren a escuchar mucho más allá de lo que estás acostumbrada.
3. HAZ MEDITACIÓN
He hablado en varias ocasiones de los beneficios de la meditación.
La meditación puede cambiarte la vida literalmente. Es un proceso lento, que parece que no da frutos nunca, pero poco a poco tu conciencia se expande, te sientes más viva, necesitas menos cosas para sentirte en paz y no necesitas aprender a escuchar a tu corazón porque ya es lo único que escuchas.
Y quien dice meditar dice ser capaz de estar disfrutando del momento presente. Puedes hacerlo con meditación propiamente dicha, pintando, bailando, jugando al ajedrez o limpiando el váter.
Pero claro, siempre es más fácil saber meditar en cualquier situación cuando has aprendido la meditación tradicional.
CONCLUSIONES
Ninguna decisión que tomes con el corazón será equivocada. Te llevará allá donde aún te quedan cosas que aprender y con las que enriquecerte.
Quizá piensas que el camino que te muestra el corazón es demasiado loco, que hacer lo que él dice es demasiado arriesgado.
En los grandes riesgos es donde están las grandes victorias
Pero es más frecuente que esa sea otra excusa que te pones para no hacer algo.
Que es muy arriesgado, que es una locura…y así te convences de nuevo de que es mejor quedarte quieta, paralizada, haciendo justo lo contrario a lo que quiere tu corazón.
Es genial que podamos pensar con el corazón de la misma forma que pensamos con la cabeza. Si la proporción es desequilibrada, las decisiones son desequilibradas también. Pero si tengo que elegir entre inclinar la balanza a un lado o al otro, lo tengo muy claro.
El corazón nunca se equivoca y te llevará a tener una vida que merezca la pena de verdad.
Las repuestas empezarán a surgir y el sentimiento de que puedes afrontar tus decisiones, también.
Pero si crees que necesitas un poco de ayuda para aprender a escuchar a tu corazón, te ofrezco una sesión de valoración gratuita conmigo para que conozcas las formas en las que mejor puedo ayudarte.
¡TE ESPERO EN LOS COMENTARIOS!
¿Eres de las que escuchan a su corazón?
Mil gracias