Tú yo y nuestros maravillosos complejos

TÚ, YO Y NUESTROS MARAVILLOSOS COMPLEJOS

Quien tenga algún complejo que se levante un segundo por favor…

¡Vale!, ya se puede sentar todo el mundo.

¿Acaso conoces a alguna mujer que no tenga complejos?

Y no digo «alguien que parezca que no tiene complejos«, sino a una mujer que realmente no los tenga.

Pues una mujer sin complejos es como el príncipe azul:

No

Existe.

Sin embargo, a ti te puede parecer que estás rodeada de mujeres sin complejos.

Cuando:

–          Ves a una gordita con ropa ajustada.

–          Ves a una mujer que con más de 40 años y sin maquillar.

–          Ves a una chica con mucha celulitis en pantalón súper corto.

–          Ves a otra con pecho pequeño que se atreve a ir sin sujetador…

Te crees que esas mujeres no tienen complejos.

Pero en lugar de admirarlas por su gran autoestima, las envidias en silencio disfrazándolo de:

–          “¡Mírala cómo marca las lorzas (michelines)!”.

–          “¡Cómo se atreve a no ponerse maquillaje con las patas de gallo que tiene!”.

–          “¡Si yo tuviese esa celulitis no enseñaría las piernas ni muerta!”.

–           “¡Parece una tabla de lo plana que está!”.

No me engañes…sé que piensas eso porque yo también lo pensaba.

¿Sabes lo que pienso ahora?

¡Ooooooole sus ovarios!

Ojalá yo me amase tanto a mí misma para ser capaz de lucir tal cual soy, sin preocupaciones y sintiéndome cómoda con ello.

Y sobre todo…Ojalá yo me amase tanto que no dependiese del juicio ajeno para sentirme bien o mal de esta o de aquella manera.

Como expliqué en este vídeo, no puedes esperar para amarte al momento en que llega alguien que lo hace por ti.

¡Cambia de actitud y empieza a responsabilizarte!

Lo confieso, sigo teniendo complejos, muuuuuuuuchos, pero ya no me limitan porque no me da la gana.

–          Tengo una -20 de pecho ¡y ya no llevo sujetador! Como su propio nombre indica, el sujetador sirve para «sujetar»…Así que yo no lo necesito 😉

–          Tengo un pelo horrible ¡pero ya casi no me peino!, estoy eligiendo día para afeitarme la cabeza.

–          Mido 1,53 (eso me gusta creer, pero hace tiempo que no lo compruebo por si acaso) y aunque aún no he conseguido dejar de ponerme tacones definitivamente, lo hago un 90% menos que antes. Que también es un logro y los logros hay que saber reconocérselos.

–          Hace rato que pasé los 37, y aunque si no me río parece que tengo bastantes menos, si me río salen las patas de gallo, las arrugas de la frente, las de las mejillas y no sé cuántas más…Pero no tapo nada, quiero que se vean. Prefiero que veas mis arrugas por reírme a que pasen desapercibidas.

Y así un larguísimo etcétera.

Eso sí, ten clara una cosa: por mucho que te quieras, por mucho que te respetes, por mucho que superes tus complejos y seas capaz de mostrarte auténtica y libre, ¡habrá mucha gente a la que no le vas a gustar!

Por diferentes motivos que no vienen a cuento, ni te importan.

Pero va a haber mucha gente a la que no le vas a gustar.

Puede que incluso se ocupen de resaltar esos defectos que tenías para que no se te olviden. Lo que no saben es que ya no tienen poder sobre ti.

–          Tienes defectos, muchos.

–          A veces los tapas para sentirte más segura, de acuerdo.

Pero cada día te amas y te adoras más y pienso ayudarte a conseguirlo. ¡Y a quien no le guste que mire para otro lado! 😉

Esta semana estoy hasta “erchichi” de que me hablen de autoestima y cosas de ese estilo mujeres tuneadas de arriba a abajo, subidas en un tacón de 15 centímetros, hablando de cómo empezaron a sentirse súper valiosas cuando encontraron al hombre de su vida…

¿Qué mensaje es ese?

Así no hay forma de que una encuentre el equilibrio por favor.

Que no digo que no te arregles, pero vamos a buscar el equilibrio, que aún no sé muy bien dónde está, y después de escuchar a determinadas qué personas me pierdo todavía más.

Lo que tengo claro es que después de tantos años dedicándome al mundo de la salud física, y ahora centrando mi trabajo en la nutrición, es que cuando te sientes físicamente bien por dentro, se nota por fuera.

Este es el verdadero secreto de la felicidad. 

Y entonces, solo entonces, te será más fácil hacer transformaciones más internas.

O acaso no es más fácil gestionar tus complejos si te sientes a gusto con tu cuerpo y tu salud, que si no lo estás?

¡Qué difícil esto de verdad! Y mira que intento ir siempre de «feminista buena», pero a veces me encabrono un poco  😆

  • Si tú también estás hasta “erchichi” y quieres contármelo,
  • o te apetece hablar de tus complejos, reírte de ti misma
  • y al mismo tiempo ayudar a las mujeres que puedan leerte,

¡te espero en los comentarios! 😉

Pero si lo que quieres es:

MILES DE ABRAZOS

favicon

Acerca de la autora

Tania Carrasco Cesteros

Ayudo a las mujeres con síndrome de Superwoman a recuperar su energía y su peso ideal para tener el cuerpo poderoso que les permita hacer frente a todos sus retos, sin estrés y desde el amor por sí mismas.

Interacciones con los lectores

Comentarios

    • Tania Carrasco Cesteros dice

      Jajajajajaajajajajjja mientras te sirva para reírte ya ha servido para algo bueno 😉

      A mí también me hace gracia descubrirme en ciertos comportamientos y darme cuenta cómo mi manera de pensar es la manera de pensar de muchas mujeres.

      Te sorprendes con pensamientos que cuestionarías en cualquier otra persona pero que te resulta imposible evitar. Nuestra mente tiene vida propia y no siempre juega a nuestro favor.

      Ánimo con los complejos y las inseguridades, que son muy humanas y nos pueden ayudar mucho sabiendo gestionarlas.

      Un abrazo Evangelina

  1. TRINIDAD GONZÁLEZ CHINCHILLA dice

    Bueno, después de leer esto debo decirte que yo nací sin autoestima. A partir de aquí el resto de mi vida estaba cantado…
    Como el pasado no se puede cambiar y yo ya estoy mayor y cansada, he dejado de pintarme porque mi estado de ánimo no me lo permite y porque tengo otras prioridades.
    Ahora vivo empecinado en pensar que este estado es transitorio pero (me engaño nuevamente). Nada va a hacer que cambie mi realidad.

    • Tania Carrasco Cesteros dice

      Uy Trini, en lo último no estoy nada de acuerdo. Hay una cosa muy importante que puede cambiar tu realidad: TÚ.

      Mientras sigas pensando así será complicado, pero el hecho de que te atrevas a hablarlo y seas consciente te ayudará muchísimo (como siempre te digo).

      Lo primero que tienes que hacer es cambiar esos pensamientos que tanto te limitan. A partir de ahí tu mente tomará otro rumbo y podrás empezar a ver las cosas de otra manera. Recuerda que todo depende del cristal con que se mire y mis cristales son muy «rosas» 😉

      Ya que no te pintas tanto usa ese tiempo para pintar tus cristales. ¡Eres hermosa y valiente! Sólo necesitas verlo.

      Un abrazo

  2. Lydia dice

    Uno de los motivos por el que no uso mallas es porque no se noten mis lorzas ni mi celulitis. O más bien para que los demás no se fijen en que están. Aunque es absurdo porque yo sé que están y eso sería lo único que debería importarme. Tengo que aprender a vivir con mi cuerpo y aceptar que me van a criticar igualmente porque lleve mallas y se me note la celulitis o porque lleve chandal y no es femenino.

    • Tania Carrasco Cesteros dice

      ¿Te van a criticar o te vas a criticar?

      Aquí tocamos un tema delicado porque en muchos de nuestros complejos entra en juego la salud.

      Cuando yo me sentía gorda pesaba 42 kilos, evidentemente tenía un serio problema. Pero nunca le diría a alguien con obesidad que se tiene que aceptar así si antes no ha hecho nada para que su salud no se ve afectada.

      ¿Hay que ver si con complejos o realidad que al ser tratada mejoraría nuestra salud? La línea es fina.

      Algún día escribiré sobre esto también porque no tengo intención de hacer apología de la autoestima si el falso amor puede perjudicar la salud de una persona.

      Si tengo celulitis porque no hago ejercicio y me hincho de bollos (que no digo que sea tu caso para nada)va a ser imposible que me acepte como soy porque esa conducta ya implica que mucho amor no hay ahí.

      Espero estarme explicando Lí de mi corazón.

      Gracias por tu comentario tan sincero.

      Un súper abrazo

  3. Noelia dice

    Eres buenísima, Tania!! ??? Y todo lo que dices es muy necesario.
    Tengo más de cuarenta años y, gracias a ti, cada vez salgo más a la calle sin maquillar, con mis patas de gallo al viento, y sin complejos.
    Y no sé lo que pensarán los demás (ni me importa), pero yo sí que pienso: ¡ole mis ovarios, que cuanto más mayor más feliz!
    Gracias por tus palabras.

    • Tania Carrasco Cesteros dice

      Pues sí Noelia, ¡ole tus ovarios!

      Te habrás dado cuenta de la libertad que se experimenta cuando te das permiso de ser tú misma. Además, tú sabes mucho de esto con el maravilloso trabajo que haces.

      Te aseguro que habrá mucha gente que piensa: «mírala, si está más guapa al natural», pero precisamente esas personas se callan sus opiniones, muchas veces por la misma envidia de los que te dicen que «¿por qué no te maquillas?».

      Pero como tú dices, eso da igual, cada uno que piense lo que quiera. Lo importante es que tú te sientes bien con ello y eso da seguridad, confianza y aumenta nuestra autoestima porque cada vez nos sentimos más capaces de todo.

      Muchas gracias por tu comentario Noelia!

      Un abrazo

  4. Ana Lopez dice

    Hola querida Tania.
    Me alegro mucho que toques este tema porque llevo tiempo pensando, al menos ya lo pienso, en elegir el momento para dejar de tintarme el pelo. Llevo unos 30 años haciéndolo y estoy harrrta.
    En unos casos por complejos como bien dices y en otros por convencionalismos sociales que nos han impuesto y que nosotras, lejos de revelarlos, los reafirmamos con nuestro comportamiento y aceptación encontrándonos presas de actitudes que hemos normalizado pero que, parándonos objetivamente a pensar, son antinatura. Nos provocamos juanetes y lesiones óseas por llevar tacones, nos ponemos tintes tóxicos que en muchos casos nos causan alergias serias, nos ponemos pintura en los ojos que son perjudiciales para un órgano tan sensible, igual en la piel, nos quitamos pelos de lugares donde su misión es proteger alguna zona, caso de las cejas por el ejemplo, etc,
    Y me cabrea más que los hombres no necesiten hacer nada de eso no sé por qué sabía razón. Imagino que, como es lógico, los valores a tenerles en cuenta por nuestra sociedad son aquellos que no tienen tanto que ver con esas chorradas sino con los de verdad, los valores que hablan de ellos como personas y no como maniquíes a merced de los vaivenes de la moda y de no anteponer esto a la salud.
    Amén del tiempo perdido, o dedicado por respeto a quien piense diferente, por nosotras a lo largo de toda la vida en estos asuntos superfluos que además son temporales, no perduran como el conocimiento adquirido de haber invertido ese tiempo en aprender idiomas, hacer deporte o tantísimas cosas bonitas a las que no llegamos por falta de horas, Cuando llegamos a mayores, a ancianas, es cuando más nos igualamos en eso al hombre, ya no nos importa tanto las canas y tampoco podemos usar tacones. Eso sí, tenemos más artrosis de rodilla que ellos jajaja que listas somos
    Disculpa lo extenso de mi comentario pero el tuyo me ha tocado la fibra.
    Un abrazo fuerte. Cuídate

    • Tania Carrasco Cesteros dice

      ¿Que te disculpe? Más que disculparte te tengo que agradecer el comentario porque aportas muchísimo valor y tocas un montón de temas de los que vamos a ir hablando en el blog porque estoy investigando mucho sobre todo ello.

      Cuando mencionas la edad me siento afortunada de haber podido darme cuenta tan «pronto» y, al mismo tiempo, me siento muy orgullosa de que pienses así porque es mucho más fácil hablar de naturalidad cuando tienes 30 y pocos que cuando pasas los 50.

      Las mujeres tan valientes y honestas como tú son las que siempre he admirado. De hecho, me asombra cómo una mujer que tiene una autoestima sana, aunque tenga 90 años, luce preciosa y radiante sin maltratar su cuerpo de ninguna de las maneras.

      Porque eso es lo que hacemos, maltratarnos y echarle después la culpa a la sociedad. Nosotras formamos parte de esa sociedad que criticamos y nuestros comportamientos perpetúan esta esclavitud a la que estamos sometidas.

      Es indiscutible que la educación, el entorno, el patriarcado, está hecho para que la mujer se comporte así y no se lo cuestione. Y como pensamos que la mayoría tiene la razón y la gran mayoría de mujeres nos sentimos más seguras detrás de los adornos, las que se cuestionan estas cosas no se atreven a dar el paso porque a la comparativa se sentirían inferiores.

      Es muy complicado luchar contra algo que llevamos tan grabado a fuego, pero no es imposible.

      Creo que ha quedado más que patente que la mayoría no siempre tiene la razón y que las mujeres no somos sólo lo de fuera.

      Sin lucha, sin rencor, sin culpables, podemos cambiar nuestra vida y liberarnos sin espera a que nadie nos de permiso.

      Muchísimas gracias Ana por tu comentario y por volver a aparecer por aquí. Estoy deseando verte las canas 😉

      Un abrazo

  5. Sandra dice

    Me gusta la ropa interior bonita, me gusta ir y mirarla, pero a la hora de comprarla…ahí empiezan los problemas, la baja autoestima, los complejos, el verme mal y un largo etcétera. Todo porque uso una -50 (no sé qué talla uso) de pecho y en las tiendas de lencería hacen todo y absolutamente todo para cuerpos con pecho y yo al no tener no puedo comprarme ese conjunto tan maravilloso. Estoy intentando no sentirme mal cada vez que veo que no me vale nada, cuesta, pero estoy en ello.

    • Tania Carrasco Cesteros dice

      Hola Sandra!

      Debo tener la misma talla de pecho que tú…jajajajaja. Hasta los 18 quise operarme y cuando conseguí convencer a mi padre para que me pagase la operación, usando el chantaje emocional como si ponerme tetas fuese crucial para que yo siguiese viviendo, me di cuenta de la tremenda estupidez que estaba a punto de hacer. ¿De verdad era necesario?

      No, no lo era, no para mí. Así que empecé a trabajarme ese complejo…Usaba sujetadores con tanto relleno que en algunas fotos parecía la Ramona pechugona. Cuando salía de viaje casi necesitaba una maleta especial para llevar los sujetadores, porque claro, necesita uno para cada ocasión: el deportivo con relleno, el negro de vestir con relleno, el blanco de vestir sin relleno, el crudo sin tirantes para las blusas sin tirantes, etc. Y como todos llevaban mucho relleno eran delicados y no se podían aplastar. Por no hablar del precio de tales sujetadores si quieres que sean buenos.

      Te digo más: tenía sujetadores tan grandes que en una ocasión me puse dos, uno dentro de otro, para que mis tetas fuesen por ahí sacando ojos. Claro que, si me mirabas desde arriba (y todo el mundo me mira desde arriba porque mido metro y medio), podías intuir que ese hueco que había entre el sujetador y mi pecho estaba totalmente vacío.

      Este problema se acabó hace ya tiempo, directamente dejé de usar sujetador y me sentó tan bien el cambio que hay veces que lo «necesito», si llevo una blusa que se transparente, y tengo que hacer un esfuerzo para recordarlo. Es más, ese problema lo solucioné poniéndome debajo de las blusas que se transparentan una camiseta de tirantes que imposibilita que se me vean los pezones.

      Pero me da una rabia infinita cuando veo a los hombres pasear sin camiseta por la calle, como si tal cosa, mientras yo tengo que andar recordando que tengo pezones y que a la gente le molesta verlos.

      Prueba a empezar a no ponerte sujetador, al principio te sentirás rara, incluso incómoda, pero eso pasará muy pronto. Y así podrás gastarte ese dinero que quieres emplear en lencería bonita en cosas más útiles que seguro que te gustan más.

      Muchas gracias por tu testimonio.

      Un abrazo

      • Sandra dice

        Hay días que voy sin sujetador porque es lo más cómodo que existe, hay muchos problemas dentro de mí que intento solucionar por mí misma, que si me veo mal, que si ningún me gusta mi cuerpo, que si poco (nada) de pecho…tampoco ayuda la sociedad en la que vivimos que si no tienes X cuerpo no eres válida para llevar ciertas prendas porque “no son para ti”. Ayuda mucho tus respuestas y si veo que yo por mi misma no puedo solucionar mis complejos y baja autoestima tendré que recurrir ayuda profesional. Muy encantada por tu respuesta, sube mucho el ánimo

        • Tania Carrasco Cesteros dice

          Hola de nuevo Sandra!

          La sociedad en la que vivimos no ayuda, eso está claro, pero la sociedad es un reflejo de las personas que la integran. La mejor forma de cambiar la sociedad, la nuestra al menos, es dar ejemplo.

          Que yo escriba un post sobre los beneficios de no usar sujetador no va a ser tan crucial como si muestro abiertamente que ¡no me hace falta el sujetador para nada y por tanto no lo uso!

          La responsabilidad siempre está en nosotras. Si determinadas tiendas no hacen ropa para ti, ¡que les den a esas tiendas! Hay mil maneras de vestir como quieras y dejar a un lado los estereotipos que nos quieren vender.

          Ánimo Sandra, estás en el camino.

          Otro abrazo grande

  6. Cristina Pastrana dice

    Gracias Tania!!! Me encanta la manera como dices las cosas!!! …. al turrón!!! Jajaja
    Además que tienes toda la razón!!! A por todas!!!!

  7. Luisana dice

    Hola amiga. Excelente artículo, tambien leí «el de el qué diran» y lo amé, soy alguien a quien le importa tanto el que dirán que he vivido con muchos complejos por importarme las opiniones ajenas, incluso, perdí a un chico que realmente me gustaba, al principio no, pero luego sí y todo porque él no cumplia con mis estandares de hombre atractivo, me avergonzaba asumir la relación en público y eso me costó su cariño. Ahora trato de olvidar esos miedos y de sólo enfocarme en lo que a mí me importa, pero ponerlo en práctica es muy retador y a veces dudo de mi misma.

    • taniacarrasco dice

      Hola Luisana!

      Bueno sí, desde luego es retador, pero también bonito, no?

      El tema de los complejos y el que dirán, sobre todo en lo que al aspecto físico se refiere, las mujeres lo llevamos grabado a fuego. Por eso a veces cuesta desprenderse de tanto prejuicio que solo está en nuestra mente.

      Trabajando sobre esas creencias que te imponen lo que es bello o atractivo, cuando en realidad es totalmente subjetivo, se marca la diferencia.

      Ánimo compañera!

      Un abrazo,

      Tania

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *